Txell Llorach, líder de eLearning y gerente de proyectos en 3iPunt
A medida que las TIC continúan evolucionando y contribuyendo a la disrupción digital, ha habido una innovación constante en las tecnologías utilizadas en la educación.
Sin embargo, EdTech no es solo TIC o traspasa los límites con la tecnología. La pedagogía no debe quedarse atrás, ya que es un compromiso con la pedagogía que garantizará la participación y el éxito de los estudiantes. Ésta es una tarea desafiante en la que los educadores deben estar capacitados para que tengan confianza y se motiven a sí mismos; contribuir al aprendizaje activo, facilitar la motivación grupal y hacer que los estudiantes se sientan más involucrados desde el punto de vista académico, con un fuerte sentimiento de pertenencia a una comunidad de aprendizaje.
La comunidad EdTech se enriquece con profesionales tanto del ámbito tecnológico como del pedagógico. Las mujeres también están cada vez más representadas en el mundo de las tecnologías de la información. Si bien históricamente los roles educativos y pedagógicos estuvieron sesgados hacia las mujeres, es alentador ver un equilibrio cada vez mayor entre los géneros en ambas áreas profesionales.
La educación está creciendo exponencialmente en el ámbito del microaprendizaje. El microaprendizaje implica adquirir pequeños conocimientos a través de cursos que se pueden realizar en cualquier momento y lugar, a disposición del usuario, basados en una metodología constructivista. Estos cursos se pueden combinar para crear rutas de aprendizaje personalizadas de acuerdo con las necesidades profesionales. De hecho, algunas instituciones están ofreciendo un pasaporte para la educación, que es como una tarjeta de viaje pero se basa en los cursos que elija el estudiante. Estos cursos, que se imparten a un costo menor, hacen que el aprendizaje sea más accesible para aquellos que no pueden pagar, por ejemplo, la educación superior tradicional.
En todo el sector de la tecnología educativa, la inteligencia empresarial está desempeñando un papel clave. Si bien los sistemas inteligentes de gestión del aprendizaje permiten el aprendizaje, sus procesos basados en datos permiten generar informes electrónicos que miden el éxito y garantizan que los cursos se dirijan a los alumnos adecuados, en función de objetivos y competencias específicos. Por ejemplo, DigCompEdu, el Marco Europeo de Competencias Digitales en Educación, se enfoca en las realidades regulatorias que conducen a la innovación educativa dentro de pautas comunes. Actualmente, el curso de Certificación de Educación de Moodle (MEC) es un gran ejemplo de estas rutas personalizadas basadas en DigCompEdu.
Todos estos factores están obligando a los profesionales de la tecnología de la educación a trabajar en red y están potenciando las tendencias actuales como:
- El uso de software de supervisión para que los estudiantes puedan realizar sus exámenes desde casa y seguir estando vigilados.
- Utilizando REA, que ofrecen una amplia variedad de recursos en línea a los que los estudiantes pueden acceder, de forma gratuita y con una licencia abierta.
- Gamificación y aprendizaje lúdico, al introducir elementos del campo del juego en la educación para generar, por ejemplo, competencia y compromiso, reduciendo el fracaso de los estudiantes.
Como innovadores en educación, el equipo de 3ipunt prospera trabajando continuamente para mejorar los entornos de aprendizaje, centrándose especialmente en cómo responder, apoyar y guiar a los estudiantes en un contexto de aprendizaje práctico. Esto promueve el éxito y la satisfacción de los estudiantes a través de la evolución constante, transformando al estudiante en un autolíder visionario, capaz de crear su propio programa interdisciplinario basado en escenarios reales para resolver problemas cotidianos.
En conclusión, como innovadores en el sector de la tecnología educativa, debemos trabajar profundamente en la promoción de la colaboración y ser los primeros en aplicarla en entornos laborales reales. Sabemos que la colaboración garantiza el crecimiento y debemos centrarnos en trabajar con otros expertos para asegurarnos de no crear dos productos equivalentes o paralelos que encajen mejor juntos. Entonces… dicho esto, y en base a lo que proponemos tanto a los educadores como a los estudiantes, ¿tal vez podríamos tener un pasaporte de innovación colaborativa, obteniendo insignias cada vez que trabajamos en nuevos procesos o productos de innovación con otros expertos? ¿Hasta dónde podría llevarnos esto? ¡Reformamos juntos la experiencia de aprendizaje!